jueves, 21 de junio de 2007

Oposición Interna


Javier Hurtado

En corrillos se dice, cada vez con mayor frecuencia; algunos sólo están dispuestos a aceptarlo como un asunto aislado; y la fuerza de los hechos muestra una realidad incontrovertible, derivada de una práctica sistemática: en Jalisco, la Oposición no es la de los partidos políticos que perdieron la elección constitucional para elegir Gobernador y diputados al Congreso del Estado, sino la representada, principalmente, por Jorge Alberto Salinas Osornio, coordinador de los legisladores locales del PAN, y por Eduardo Rosales Castellanos, dirigente estatal de ese partido.

En esto, existen dos hechos singulares: por un lado, que quienes fueron adversarios electorales del actual Gobernador del Estado y de su partido, hoy se han convertido, por acción u omisión, en aliados del Ejecutivo en sus decisiones como gobernante; y por el otro, las constantes críticas que el PAN hace -ya sea por parte del líder de sus legisladores locales o por el presidente de su Comité Estatal- al gobernante emanado de sus filas. En el primer caso, tenemos una Oposición que no acierta a fungir como tal; y por el otro, a un partido en el Gobierno, que no puede actuar en apoyo del gobernante emanado de sus filas.

Ya, en días pasados, el coordinador de los diputados locales del PRD acusó a su homólogo panista de oponerse a "algunas propuestas impulsadas por el Gobernador Emilio González Márquez, porque así se lo pide su líder moral Francisco Ramírez Acuña" (MURAL, 21/04/07), actual Secretario de Gobernación del Gobierno del Presidente Felipe Calderón.

Samuel Romero Valle ha señalado la labor opositora del líder de los diputados locales panistas, pero no ha dicho nada acerca de las razones que han llevado a los demás partidos representados en el Congreso a asumir, a través de algunos de sus diputados, una actitud de apoyo (abierto o subrepticio; activo o pasivo) al Gobierno en turno.

Debe decirse que las actitudes políticas de los diputados no panistas, en el Congreso de Jalisco, responden a múltiples motivaciones, y no, a un modelo único. Por ejemplo, la asumida el pasado día 13 por el diputado priista Gerardo Rodríguez, se debió más que nada a la instrucción que recibiera de su Jefe político Emilio Gamboa Patrón para que, siendo solidario con el otro Emilio, dueño de Televisa, no votara a favor de la comparecencia ante el Pleno de la Legislatura del Emilio que despacha como Gobernador del Estado. A final de cuentas, los tres Emilios hicieron de las suyas en el Congreso del Estado, y con ello, frustraron la posibilidad de que el Ejecutivo local pudiera comparecer para explicar el porqué de su decisión de otorgar a esa empresa televisora, a manera de donativo, más de 67 millones de pesos del erario público.

Poco después vino (el 16 de junio) la ceremonia conmemorativa del 184 aniversario de la proclamación de Jalisco como Estado Libre y Soberano. Ahí, ante el discurso del Gobernador González Márquez -en el que reivindicó la división e independencia entre los Poderes como uno de los principios cardinales del sistema de organización política creado en 1823, en el territorio de la entonces Provincia de la Nueva Galicia-, Salinas Osornio, utilizando el doble lenguaje que caracteriza a todos los políticos, por un lado ensalzó al Gobernador jalisciense como un demócrata respetuoso de la autonomía entre los otros dos Poderes, pero por el otro, dijo que el mismo González Márquez les indicó que "toda la información (hacia ellos), por parte del Ejecutivo, es a través, y exclusivamente, de Fernando Guzmán; yo recibí una llamada desde Roma de Fernando Guzmán donde me pidió eso y haré lo que me pida el Gobernador". Aquí sí que aplica la frase que coloquialmente dice: "con esos amigos, ¿para qué quieres enemigos?".

Ya no conformes con eso, ayer el líder estatal del PAN avienta el grito de guerra y dice "Viva el PAN, muera El Yunque", al tiempo que, al calificar como "muy grave" la supuesta vinculación del Gobernador con esa organización, anuncia que pedirá al Comité Nacional de su partido que inicie una investigación para sancionar a los panistas que tengan militancia en dos organizaciones distintas.

En respuesta, González Márquez ofreció renunciar a las filas del PAN a fin de que la dirigencia albiazul investigue su presunta pertenencia al grupo de ultraderecha denominado "El Yunque". Continuó, "si el PAN cree que no soy digno panista, no hay bronca, yo renuncio".

Como se ve, la división al interior del PAN es ya un hecho real que se ha convertido en un asunto de interés público. Todo, porque Emilio González, con la ayuda de su tocayo de apellido Azcárraga, quiere convertirse en el 2011 en candidato a Presidente de la República por el PAN y, porque eso mismo, quiere el ex Gobernador de Jalisco y actual Secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña.

Si lo de Emilio es a todas luces desproporcionado -aunque no por ello descabellado-, lo de Ramírez Acuña es sumamente anticipado.

Mientras tanto, esa disputa amenaza con llevarse entre los pies el futuro del Estado de Jalisco, ante el triste papel de la Oposición partidaria que sólo se limita a ser una simple espectadora de las discrepancias internas en el PAN.




docjhurtado@hotmail.com

http://www.mural.com/parseo/edicionimpresa/notas/070620/editoriales/463927.htm

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