martes, 31 de julio de 2007

Transparencia: del dicho al hecho

MARIO RAMOS

Uno de los requisitos indispensables para la consolidación de un régimen democrático es la rendición de cuentas. Dicho postulado consiste en que los gobernantes deben proporcionar a los ciudadanos toda la información que les permita conocer la evolución de la gestión gubernamental, el ejercicio del gasto público y la toma de decisiones por parte de la autoridad. En este sentido, durante los últimos años han existido en México diversos esfuerzos encaminados a fortalecer la rendición de cuentas. Para ello, la transparencia ha sido el estandarte de todos los políticos, y como casi siempre, el discurso no siempre está fundamentado con hechos. En esta materia se repite el viejo refrán que dice: del dicho al hecho hay mucho trecho. Para muestra un botón.

El pasado 5, 6 y 7 de marzo del presente año, la organización areginonal.com realizó por sexto año consecutivo la medición del Indice de Transparencia de la Disponibilidad de la Información Fiscal de las Entidades Federativas, dicho estudio tuvo como objetivo: “verificar la calidad y estructura de la información estadística sobre los ingresos y egresos, así como su desglose y la correspondencia de esta información con las cuentas públicas”. El índice se construye con base en los documentos disponibles que dan cuenta de la situación fiscal de los gobiernos estatales en sus páginas web. En este año de 2007, fueron requeridos para la medición mil 147 documentos, agrupados en cuatro grandes bloques: 1) Marco regulatorio, 2) Marco programático y presupuestal 3) Rendición de cuentas y 4) Estadísticas fiscales.

El índice da cuenta del nivel en el que se encuentran cada uno de los estados con base en la metodología detallada en el documento disponible en la página de consulta Mitofsky, www.consulta.com.mx. En él se observa el caso particular de Jalisco que ocupa el lugar número 24 de 27 posiciones, con 36.86 por ciento, muy por debajo de la media nacional la cual se ubica en 73.9 por ciento. La calificación para Jalisco se desglosa en bloques de la siguiente manera: en el bloque uno del marco regulatorio, que básicamente consiste en que el gobierno ponga en la página todas las leyes relacionadas con la materia fiscal, Jalisco obtuvo la máxima calificación que le podían otorgar, que para este rubro es 20. En el bloque dos del marco programático y presupuestal, nuestro estado obtuvo 6.95 de 25 puntos que era la máxima calificación. Dicho bloque tuvo como objetivo: “distinguir la transparencia de las asignaciones presupuestales hacia los municipios y evaluar la correspondencia entre los objetivos definidos en el proceso de planeación y la asignación del gasto registrado en los presupuestos de egresos”.

En el bloque número 3, que hace referencia a la rendición de cuentas, Jalisco tiene un penoso 1.69 de 25 puntos porcentuales. En este bloque el objetivo es: “examinar la manera en que los gobiernos de las entidades federativas cumplen con sus obligaciones de hacer accesible la información presupuestal en materia de ingresos, gastos y deuda pública a toda aquella persona interesada, así como de informar sobre las prioridades y ejecución del gasto público”. En el bloque 4, denominado estadística fiscales, el gobierno del estado de Jalisco obtuvo 7.92 de 30 puntos.

Cabe recordar que el estudio da cuenta de la información del gobierno de Francisco Ramírez Acuña y no de Emilio González Márquez, lo que nos permite corroborar que durante el sexenio anterior existió un alto desprecio por la transparencia y la rendición de cuentas, optaron deliberadamente por regatearles a los ciudadanos su derecho de acceder a la información que les pertenece. Sin duda, el gobierno del ahora secretario de Gobernación fue un gobierno caracterizado por la opacidad, lo cual nos permite imaginar el poco o nulo compromiso que tiene en esta materia uno de los hombres más prominentes del gabinete del presidente Calderón.

Afortunadamente el panorama no es tan desolador en los demás estados de la República, así da cuenta el indicador que registra que en los seis años del estudio, los estados han incrementado su compromiso por entregar a los ciudadanos a través de sus páginas electrónicas una mayor cantidad de información disponible. Es decir, el promedio de la disponibilidad de documentos de todos los estados ha pasado de 59.1 por ciento en 2002, a 74.8 por ciento en 2007.

Dado lo anterior, es importante señalar que la disponibilidad de la información es sólo una condición necesaria más no suficiente para que la rendición de cuentas sea efectiva y para que la transparencia sea un instrumento eficaz que contribuya a fortalecerla; para ello, se requiere además que la información contenga en sí misma aspectos cualitativos como la oportunidad, utilidad, confiabilidad, veracidad y claridad.

No obstante el cumplimento por parte de los gobiernos en proporcionar a la sociedad toda la información que pueda satisfacer el cumplimiento de estos índices, es imprescindible que los ciudadanos ejerzan su derecho de acceder a la información pública a través de los mecanismos legales que existen como son las leyes de transparencia, federal y estatal. Por su parte, los medios de comunicación juegan un papel importante para el cumplimiento de la rendición de cuentas. Ya que es interés de los políticos de transparentar sólo aquello que no afecte su imagen, o que ponga en duda su honorabilidad, es decir, todo aquello que no les haga ruido, por lo que tratarán insistentemente a través de los medios de presentar buenas cuentas y tratarán de maquillar u ocultar toda la información que no lo sea o que ponga en entredicho su honestidad y eficacia para manejar los recursos públicos y tomar decisiones.

Es tarea de los medios y de los ciudadanos el exigir que el gobierno de Emilio González Márquez deje atrás la herencia de su antecesor, y decirle al gobernador que así como tienen rivalidad y diferencias políticas, así se marquen claras diferencias en la transparencia y rendición de cuentas. Mucho beneficio puede traer al estado el que Emilio deseé superar e Ramírez Acuña en muchas materias, está es una de ellas en la que deseamos una contundente derrota del ex gobernador y que elimine esa distancia que los políticos se empeñan a diario en ampliar. La distancia que existe entre el dicho y el hecho.

marioramosg@hotmail.com

http://www.lajornadajalisco.com.mx/2007/07/31/index.php?section=opinion&article=002a1pol

miércoles, 18 de julio de 2007

Reconoce SEP desventaja educativa en México

Notimex
El Universal
Ciudad de México
Martes 17 de julio de 2007

Señala el subsecretario de Educación Media Superior, Rodolfo Tuirán, que en la actualidad la educación promedio en el país es de 8.5 años, mientras que los con los se compite alcanzan entre 13 y 15 años en la materia

La Secretaría de Educación Pública (SEP) reconoció que México se encuentra en desventaja en materia educativa frente a sus principales competidores a nivel mundial, ante el bajo nivel promedio que registra la población.

El subsecretario de Educación Media Superior de la SEP, Rodolfo Tuirán, hizo patente esa desventaja, al explicar que en la actualidad la educación promedio en México es de 8.5 años, mientras que los países con los que competimos alcanzan entre 13 y 15 años en la materia.

Rodolfo Tuirán acudió a la Secretaría de Gobernación para participar en una reunión trimestral del Consejo Nacional de Población (Conapo) , que está integrado por representantes de diversas secretarías de Estado y dependencias del gobierno federal.

Comentó que en el encuentro se abordaron dos temas: formular los lineamientos de lo que podría ser el Programa Nacional de Población, y revisar las metodologías sobre las proyecciones de población, para con base en ello establecer las previsiones de mediano y largo plazo.

En entrevista, el funcionario federal definió que las proyecciones son un recurso muy importante para identificar los desafíos y oportunidades del cambio demográfico, así como preparar a las diferentes dependencias para atenderlos.

Es claro, dijo, que en los próximos años el esfuerzo en materia de generación de empleo tiene que ser significativo, pues cada año se integrarán un millón de personas a la población en edad de trabajar, y a través de una reforma educativa se puede avanzar en el desarrollo.

Insistió que "es evidente nuestro rezago" y por ello es necesario hacer los ajustes en los diferentes niveles educativos; a pregunta expresa rechazó que el sindicato magisterial "sea un obstáculo" para avanzar en la reforma educativa.

"Ninguna reforma será viable y posible en el país, sin la participación de los maestros" , añadió, al tiempo de mencionar que cada actor en el país tiene que aportar lo que le corresponda para avanzar con pasos más acelerados.

http://www.eluniversal.com.mx/notas/vi_437525.html

Nota enviada por la Mtra. Eva Guzmán.

Saca malas notas subsecretario de la SEP


Fernando González, yerno de Elba Esther Gordillo, reprobó una materia y eso le impide concluir el doctorado; sus maestros ven al encargado de la educación de 25 millones de niños y adolescentes como un alumno “no brillante, con desempeño regular”.

NURIT MARTÍNEZ
El Universal
Martes 17 de julio de 2007

El subsecretario de Educación Básica, Fernando González Sánchez —yerno de la líder magisterial Elba Esther Gordillo Morales— reprobó la materia de Seminario de Investigación I, dentro de los estudios que realiza en el doctorado en Ciencias Sociales y Políticas, en la Universidad Iberoamericana (UIA). Por el adeudo de esa materia y la de Seminario de Investigación II el funcionario federal no pudo obtener el grado de doctor.

Considerado en general por sus maestros como un estudiante “no brillante, que tiene un desempeño de regular a bajo”, el encargado de la educación básica de más de 25 millones de mexicanos en el país reprobó la materia debido a la acumulación de faltas, por no entregar los trabajos y tareas correspondientes, así como asistir a clases de manera “virtual”, puesto que en la mayoría de los casos cuando asistía a clase lo hacía junto a “una persona que lo ayudaba a tomar sus notas”, relataron profesores y compañeros de clases del funcionario, quienes prefirieron omitir sus nombres ante el “poder político” del subsecretario.

En entrevista con EL UNIVERSAL Fernando González negó que él haya reprobado la materia. “Afortunadamente en mi vida nunca he reprobado”, y agregó: “En el kárdex (la materia) aparece con (calificación) 5, pero no... No es que haya reprobado, lo que sucede es que no me di de baja a tiempo”, explicó.

El funcionario argumenta que no ha podido concluir el doctorado “por cuestiones de trabajo. Es muy complicado. La Universidad, por reglamento, me obliga a asistir a 80% de las clases y no estoy ahorita en condiciones (de asistir)”.

Sin embargo, en el Reglamento de Estudios de Posgrado de la UIA, el capítulo correspondiente a la evaluación de las materias señala que en una situación como la que refiere el subsecretario su historial académico debiera registrar las siglas NA equivalente a no acreditada y no un 5, que refiere que sí asistió al curso y en ese nivel se consideró su desempeño académico.

En el caso de que hubiera procedido la solicitud de baja de la materia, el indicador que lo señalara de esa forma serían BA.

El subsecretario dice que la falta de un trámite administrativo hace que en su historial académico en la Iberoamericana aparezca la materia reprobada, y ante ello recibió notificación del consejo académico que “me está ofreciendo que tome la materia por tutoría. Es un permiso especial que deberá autorizar el consejo académico (el reglamento de la institución señala que debe ser el consejo técnico del programa respectivo)”, debido a que en los estudios de maestrías que tiene en Ciencia Política y luego en Comunicación y Tecnologías Educativas, “he llevado tres veces esos cursos”.

El ahora subsecretario realizó estudios en la Escuela Normal de Sinaloa, donde se graduó como profesor en Educación Primaria; después realizó estudios de especialidad en Aprendizaje Temprano en la misma institución y luego la licenciatura en Derecho por la Universidad Tecnológica de México.

Los grados de maestría los obtuvo en el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE) y la de Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Fernando González comenta que una vez que el consejo académico apruebe la tutoría con lo que podría acreditar las materias mediante lecturas, entrega de reportes y otros trabajos, solicitará depurar el kárdex “para preparar todo el trámite de mi titulación. Espero hacerlo a partir de este otoño y para finales del próximo año me gradúo”, dice.

http://www.eluniversal.com.mx/nacion/152581.html

Sistema de botín


Javier Hurtado

Con la sabiduría y elocuencia que le caracterizaba, decía don Manuel Rodríguez Lapuente —y decía bien— que las disputas por el poder en la política eran, más que nada, manifestación de un problema de desempleo: “para esas gentes el problema en el fondo es de sobrevivencia: dado que muchos políticos no saben hacer nada, entonces se pelean por los ‘huesos’. No es que estén disputándose proyectos políticos. Por lo que están luchando es por chambas”.

Y, quién fuera a decir que años después, ya en la época de la alternancia partidaria y de la instauración de la “democracia” en nuestro Estado, la situación siguiera dándose y en forma más álgida: hace unos cuantos días trascendió que el Gobernador de Jalisco no acudió a una fiesta preparada para celebrar el resultado electoral del 2 de julio del año pasado, porque iba a hacérsele ahí una supuesta “emboscada”, a partir de que los dirigentes municipales de su partido lo increparían por estar corriendo a panistas de las dependencias del Poder Ejecutivo, para darle empleo a militantes de otros partidos. En este asunto, tanto en el Gobernador como en su partido existe molestia: en el primero, por la supuesta “extorsión” de que es objeto por los principales líderes de su partido para entregar empleos públicos; mientras que, en líderes estatales y municipales de su partido, por la forma en que supuestamente se están repartiendo las plazas de trabajo en el Gobierno del Estado.

Ciertamente, la disputa por los empleos y cargos en el Gobierno del Estado es una de las formas como se expresa la disputa política entre el actual titular del Ejecutivo del Estado y el anterior. Sin embargo, no debe perderse de vista que la importancia de los empleos tiene que ver precisamente con que desde ahí se manejan recursos y se compran lealtades que a la postre resultan claves en cualquier decisión o elección política. Lo que está en juego no son proyectos diferentes, sino simple y sencillamente ambición y afán de control político sobre recursos financieros, humanos y materiales. Es, como decía Rodríguez Lapuente, un problema de sobrevivencia ya no sólo biológica, sino también económica y política.

En verdad resulta lamentable que nuestro Estado esté empezando a reproducir las prácticas que a principios del siglo 19 implantara en Estados Unidos su entonces Presidente Adrew Jackson, cuando instauró el spoils system, o sistema de despojos o de reparto del botín, que ponía todos los cargos de la Administración a disposición del partido que triunfara en las elecciones (como es de entreverse, este sistema no duró mucho tiempo, y a principios del siglo 20 empezó a ser abolido en EU).

No se requiere mucho esfuerzo para darnos cuenta de que el sistema del botín obra directamente en contra del profesionalismo, la responsabilidad, y la rendición de cuentas en los empleados y funcionarios gubernamentales. Por eso, a este sistema —sobre todo en Europa— se le ha opuesto en las Administraciones públicas el merits system, o sistema de méritos, que sobre la base de los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad, realiza el reclutamiento de los empleados y funcionarios gubernamentales. Por supuesto que las ventajas de un sistema son las desventajas del otro, y que el sistema de méritos está lejos de ser un sistema perfecto o carente de riesgos: si bien, la ventaja del spoils system consistiría en el Gobierno del político o de los políticos partidistas, el del merit system puede traer como consecuencia la tiranía del burócrata y la centralización administrativa. Lo que sí está demostrado es que el sistema de méritos, no obstante su imperfección, estimula el profesionalismo, la trayectoria administrativa y la capacidad laboral de los servidores públicos.

El sistema de botín es propio de las nacientes repúblicas democráticas y su incipiente sistema de partidos. No obstante, mucho se parece al sistema de venta de cargos que prevaleció en los Estados absolutistas europeos entre los siglos 16 y 18, antes de que surgiera el Estado Moderno y los partidos políticos. Quizá un punto común entre ambos sea que los dos alientan la corrupción, así como la influencia indebida del dinero en la política.

Es lamentable que en la actualidad, en un Estado como Jalisco, con una capital que supuestamente es “del futuro”, estén implantándose estos premodernos criterios de reclutamiento político y administrativo. Lo que es peor: que los dirigentes políticos, con desparpajo, o hasta con cinismo, declaren que tienen una disputa política por los empleos públicos, suponiendo que decirlo le da un sustrato “ético” a su lucha, cuando más bien parecen delincuentes o corsarios peleándose por el botín.

Si estos “principios” prevalecen, es evidente que en Jalisco jamás podría crearse una figura como la del City Manager que existe en los Estados Unidos (que tiende a profesionalizar las administraciones locales y a separar la política de la Administración en los Gobiernos de las ciudades) y el Servicio Civil de Carrera que está en la Constitución local desde 1997, pero que a la fecha es, sigue y seguirá siendo letra muerta.

Debemos preguntarnos, ¿qué tantos de los errores, ineficiencias, irresponsabilidades e indebidas indemnizaciones que actualmente existen en la Administración estatal y en los Gobiernos municipales se deben precisamente al spoils systems que se está implantando, y a que no exista el Servicio Civil de Carrera en Jalisco?

http://www.mural.com/editoriales/nacional/381/760004/

lunes, 16 de julio de 2007

Elección racional


Marco Antonio Cortés

Lo que antes era excepcional ahora es cotidiano. La visibilidad del agotamiento al que llegó el presidencialismo mexicano requería antes la verificación de eventos verdaderamente espectaculares. Por ejemplo: Muñoz Ledo “interpelando” por primera vez a un presidente en el recinto legislativo o la ulterior gritería neorritual de los diputados increpando al primer mandatario en cada informe presidencial; periodistas, y moneros, notables que se arriesgaban criticando y satirizando al Preciso; los aspavientos de un individuo carismático, pero inepto y vanidoso, buscando restituirle a la Presidencia el papel de referente nacional y el poder unificador que de ahí derivaba; en fin, la protesta del nuevo presidente en un Congreso sitiado por la policía y en medio del desorden.

La inviabilidad del presidencialismo, y la debilidad endémica del presidente, se observa ahora en cada acontecimiento, algo, medianamente o muy importante. Aunque debe reconocerse la prudencia de Felipe Calderón, lo cierto es que sus discursos cotidianos a nadie entusiasman y poco le dicen a los mexicanos. Y no es que Calderón sea mal orador: se ve gris porque el cargo que ostenta no da para más, aun y cuando parezca que le quedó grande. Hubo un tiempo que la palabra del presidente obraba milagros: hoy se requieren gastar miles de millones de pesos en marketing político para medio hacerlas convincentes. Esta debilidad estructural explica en parte que López Obrador insista en su discurso radicalizado, porque el tabasqueño sabe que por más delirante que sea, le pega al “usurpador”. También que un chino maloso, pero simpaticón, ponga a temblar al gabinete, o cómo unos cuantos bombazos acorralan a la Presidencia y ponen término a un año de triunfalismo. Y que conste: los dos últimos le pegaron al gobierno en el terreno donde se vanagloriaba de sus éxitos más publicitados: la legitimidad del triunfo electoral y el combate al crimen organizado.

Por eso, para acumular algo del poder perdido, el primer mandatario tiene que negociar mucho y hacer demasiadas concesiones, como robustecer el desfalleciente sindicalismo corporativo, ponerse de modo frente a Estados Unidos o insuflarle nueva vida al PRI con tal de tenerlo como aliado. Y con ello se resuelve muy poco. El meollo de todo es que la complejidad política y el crecimiento en número y variedad de los problemas del país exceden los poderes y las atribuciones, incluso las metaconstitucionales —por cierto, ya casi inexistentes—, del primer mandatario y el sistema que lo encumbra. Enfrentar los dilemas nacionales de hoy con el régimen presidencial equivale a querer rebanar un filete de res con un cortaúñas sin filo. En la actualidad, cada problema requiere, por decirlo de alguna manera, una respuesta sistémica, esto es, un procesamiento institucional distinto, en donde la confluencia de voluntades y la cooperación entre adversarios es la regla y no la excepción, en todos los niveles y áreas del gobierno. Supongo que para eso sería la reforma del Estado, un conjunto de medidas y decisiones estilo rational choice, aunque sean tomadas por actores poco racionales. Curiosamente, la debilidad presidencial y el desbordamiento de la autoridad pública, abonan a la construcción de una arquitectura político institucional más pertinente a las necesidades del país. Nada más falta tantita determinación.

macortes@milenio.com

http://www.milenio.com/guadalajara/milenio/firma.php?id=525337

miércoles, 11 de julio de 2007

Representación familiar


Javier Hurtado

11 Jul. 07

En el caso de los hermanos Monreal Ávila, se ha privilegiado más el asunto de la deslealtad de uno de ellos (Ricardo) al partido al que pertenece (PRD), que la traición que su conducta ha significado a la modernidad política al instrumentalizar los partidos políticos para el logro de posiciones de poder para sus familiares; dando incluso el caso de perpetuar a su parentela en la Presidencia del Ayuntamiento de Fresnillo, Zacatecas, al sustituir a su hermano Rodolfo (que fuera postulado por el PRD hace tres años), su otro hermano David, que lo registrara el PT como su candidato, al no obtener la candidatura en el partido al que pertenecen sus demás hermanos. Adicional a que entre hermanos se cedan una Presidencia Municipal, en esa misma familia otros dos hermanos son al mismo tiempo representantes "populares" federales: Susana es diputada, mientras Ricardo es senador (¡qué bonita familia!).

No obstante, el caso Monreal no es sino más que la punta visible del iceberg, del nepotismo que existe en la política mexicana. Tratándose del Congreso de la Unión, al descrédito que de por sí le ha sido constante en los últimos años, puede sumársele el bajo grado de auténtica representatividad democrática, al estar ahí representados un buen número de parientes de los miembros de las oligarquías partidarias. Veamos sus casos más elocuentes, tan sólo por lo que se refiere a los actuales diputados o senadores que tengan en la actualidad otro pariente en activo, o que lo hayan tenido al momento de ser postulados al cargo:

Para continuar con el PRD (partido de los hermanos Monreal), tenemos ahí que la senadora Claudia Corichi García es hija de la Gobernadora zacatecana, Amalia García, y que el diputado Antonio Ortega Martínez es hermano de Jesús Ortega Martínez, que ha sido tres veces diputado federal y era senador de la república en la pasada legislatura (curiosamente, tanto Jesús como Amalia son enemigos acérrimos de Ricardo Monreal, y si bien acusan a éste de deslealtad al partido, no lo pueden señalar por lo que ellos mismos practican: nepotismo). La diputada Valentina Batres Guadarrama es hermana de Martí, de los mismos apellidos, actual Secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal, y quien fuera líder del grupo parlamentario del PRD en la antepasada legislatura federal (2000-2003) y subsecretario de Gobierno del DF (2003-2006). Está también el caso de José Luis García Zalvidea, senador del PRD, quien es hermano de Ignacio "El Chacho", que fuera Presidente Municipal de Benito Juárez (Cancún), Quintana Roo, y que todavía a principios de este año era el líder estatal del PRD en ese Estado. Tratándose de hermanos, por el PAN está el caso de Mario Eduardo Moreno Álvarez, quien fue electo diputado federal por el mismo distrito al que pertenece el municipio de El Salto, Jalisco, del que su hermana Beatriz era Presidente Municipal.

Tratándose del PVEM, tenemos el escandaloso caso de la familia Agundis Arias: Francisco es senador y su esposa, Verónica Velasco Rodríguez, es diputada federal. A su vez, Alejandro, hermano de Francisco, fue diputado federal (2003-2006), al entrar a cubrir la licencia que como diputada federal propietaria presentó su mamá María de la Luz Arias Staines, en donde su hijo era el suplente. Actualmente, Alejandro es diputado local y coordinador de los diputados del PVEM en el Estado de México.

Pero tenemos también familias versátiles: la de los hermanos Joaquín Coldwell, Pedro es priista y ocupa un escaño en el senado por ese partido; mientras su hermana, Addy Cecilia, representa a la familia bajo las siglas del PAN como diputada, en la actual legislatura. Igual ocurre con los Borrego Estrada: Felipe tomó la estafeta de manos de su hermano Genaro (priista), que fue senador (2000-2006), para seguir representando a su familia, ahora bajo las siglas panistas, como diputado federal. Otro caso similar, aunque de diferentes partidos es el de las hijas de la profesora Elba Esther Gordillo: Mónica Arriola Gordillo, actualmente es diputada federal por el partido del que su mamá es dueña, sustituyendo así a su otra hermana Maricruz Montelongo Gordillo en el Congreso, quien bajo las siglas del PRI también fue diputada federal.

Existen también casos en los que padres e hijos se alternan en cargos de representación o gubernamentales: María Elena Álvarez Bernal (actual presidenta de la Cámara de Diputados) por el PAN era diputada en el 2000-2003, al tiempo que su hijo Felipe Vicencio Álvarez era senador (2000-2006). A su vez, Juan de Dios Castro Muñoz sustituyó en la actual Legislatura bajo las siglas del PAN a su padre como diputado. Bajo esas mismas siglas el hijo del pasado Secretario de Marina, Marco Antonio Peyrot Muñoz, se integró como diputado a partir de septiembre pasado. Por el PRI está el caso de Mauricio Ortiz Proal, actual diputado federal, hijo de Fernando Ortiz Arana, ex diputado 2000-2003 y candidato a senador en 2006. Finalmente está el caso de Rocío Morgan Franco, diputada federal por el PAN, hija de Rafael Morgan Ríos, actual subsecretario de Control y Auditoria en la Secretaría de la Función Pública.

Como se ve, el nepotismo no conoce de siglas partidarias, y la compulsión por el poder entre miembros de una familia puede llevar a que unos de sus integrantes aparezcan por un partido y otros por otros. Como bien decía Francois Xavier Guerra, al referirse a la representación política en los últimos diez años del Porfiriato: "a menudo, el puesto se vuelve casi hereditario, siendo el padre el propietario y el hijo el suplente (...) a pesar de la ausencia de representación democrática real, los diputados, en cierta forma, representan realmente al país (...) representan a las familias o a los grupos que ejercen el poder", no a los ciudadanos que votan por ellos. Cien años después, ¿qué tan vigente sigue siendo esto?


http://www.mural.com/editoriales/nacional/379/757864/

miércoles, 4 de julio de 2007

Ciudad del futuro


Javier Hurtado

Recientemente, han aparecido tres estudios en los que se habla sobre la calidad de vida y el potencial de desarrollo de la capital tapatía y del Estado. Me refiero al Informe sobre Desarrollo Humano, México 2006-2007 (que fue presentado en la Ciudad de México el pasado 18 de junio); la encuesta que el Grupo Editorial Reforma publicó en las páginas de este diario el 24 de junio; y el estudio del Financial Times sobre el potencial económico de las ciudades de norteamérica, que fue presentado antier en Guadalajara.

El primer documento contiene información que, si bien referida al Estado en su conjunto, de alguna manera es demostrativa de la Zona Metropolitana de Guadalajara por concentrarse en ella la mayor parte de la población y de la actividad; y en él se confirma lo que ya sabemos: Jalisco es un Estado “de media tabla”, en el que no se justifica su ubicación en el desarrollo del País con su importancia poblacional, territorial, cultural e histórica.

Los otros dos estudios, referidos específicamente a la conurbada capital tapatía, contienen datos contradictorios: mientras que el de esta casa editora ubica a Guadalajara en el antepenúltimo lugar en el índice global de calidad de vida, el del Financial Times le otorga el segundo lugar de las cinco ciudades de norteamérica con mejor potencial económico.

Si bien es cierto que no es lo mismo potencial económico que calidad de vida, también lo es, que no es claro cómo “el potencial económico” se puede dar con deficiencias de infraestructura, bajo crecimiento de su PIB, y cuando no todos sus jóvenes —a quienes este último estudio ubica como la principal razón de ser de ese potencial— pueden acceder a la educación superior, aunque estén en aptitud de hacerlo.

De las 36 ciudades del País consideradas en el estudio del Grupo Reforma, Guadalajara aparece en un nada honroso lugar 29 en cuanto a oportunidades de empleo, seguridad pública y disponibilidad de actividades culturales. En calidad de los servicios públicos, en el 28; en infraestructura urbana en el 32; y en calidad del aire en el 35.

En el estudio del Financial Times, Guadalajara aparece en el segundo lugar con mejor potencial económico (de 108 ciudades de norteamérica consideradas) y en el quinto mejor puesto de las Ciudades del Futuro; mientras que, en materia de calidad de vida, la capital de Jalisco se encuentra en el 34 lugar de 36 ciudades de México consideradas. ¿Será esto una versión más del clásico adagio “Candil de la calle, oscuridad de la casa”?

El Informe sobre Desarrollo Humano, México 2006-2007 (aunque en algunos casos presenta información referida al año 2004), contiene datos que confirmarían que la baja calidad de vida de la capital de Jalisco seria consecuencia de los bajos Índices de Desarrollo Humano (IDH) que prevalecen en el Estado. El Informe, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), registra la situación actual y evolución reciente de indicadores de salud, educación e ingreso en las 32 entidades federativas. Si algo destaca en el mismo, son las profundas desigualdades regionales y las existentes entre hombres y mujeres.

Si algo destaca en esta materia es que Jalisco disminuyó su índice entre 2000 y 2004, al pasar de 0.8107 al 0.8056, y pasó del lugar número 13 que ostentaba en 2000, al 14 en 2004 (debe aclararse aquí que, inexplicablemente, los datos que el Informe de 2007 cita del 2000, no coinciden con los del informe editado en 2002, pues el primero señala un IDH de 0.8000 para Jalisco y el segundo de 0.8107, lo que hace que, con relación al IDH de 2004 de 0.8056, haya un progreso si consideramos los 0.8000 y un retroceso si tomamos como antecedente los 0.8107).

El rezago o modorra en el desarrollo de nuestro Estado se ilustra fácilmente con lo siguiente: en 2000, Jalisco estaba en el lugar número 13 en IDH, Querétaro en el 14 y Durango en el 16 (tres sitios después de Jalisco). En 2004, nuestro Estado pasó al 14, Querétaro “brincó” a Jalisco y pasó al 13, y Durango redujo su distancia respecto a Jalisco en tan solo una posición. Si bien el promedio nacional de IDH es de 0.8031, y Jalisco lo supera ligeramente con 0.8056, en el indicador de índice de ingreso, nuestro Estado se localiza por debajo del promedio nacional (0.7513 y 0.7457, respectivamente). Comparados internacionalmente estos índices, tenemos que, si Jalisco fuera País se ubicaría en el lugar 59 (junto a Antigua y Barbuda), mientras el Distrito Federal estaría en el 30, Nuevo León en 42, Baja California en 48 y Colima en el 56, por mencionar algunos casos.

Un dato ilustrativo sobre la situación de Jalisco lo constituye el PIB per cápita a 2004, que dice que mientras aquí a un habitante del Estado le corresponden 65 mil 370 pesos anuales, al del Distrito Federal le corresponden 172 mil 720, al de Nuevo León 124 mil 391, al de Campeche 114 mil 633, y al de Colima 66 mil 102. Adicionalmente, Jalisco es el noveno Estado con mayor cantidad de analfabetas, con 254 mil 330.

Si más del 60 por ciento de la población reside en la Zona Metropolitana de Guadalajara, no se entiende cómo esta urbe puede ser considerada una “Ciudad del Futuro” y con un “gran potencial económico”.

4 de julio de 2007

docjhurtado@hotmail.com

http://www.mural.com/editoriales/nacional/378/755666/

martes, 3 de julio de 2007

Mil 455 ejecutados en lo que va de 2007


Junio registró el menor número de homicidios relacionados con el narcotráfico de los últimos cuatro meses. Sin embargo —excepto Michoacán y Nuevo León, que presentan una notable disminución de ejecutados— las demás entidades que encabezan la lista se mantuvieron igual.

lunes, 2 de julio de 2007

El Peje en su laberinto


Marco Antonio Cortés

macortes@milenio.com

Hoy se cumple un año de la elección presidencial más reñida de la historia de México. No todos la recordarán igual, naturalmente. Unos festejarán el triunfo de Calderón, otros lo lamentarán, y a muchos les seguirá valiendo gorro quién ganó. El Peje la recuerda como una elección espuria y fraudulenta, que fue trampeada por la mafia política para impedirle su arribo al poder. Reivindica su presidencia “legítima” y desconoce al “usurpador”. Y aunque de nuevo enseñó músculo y reunió un número significativo de seguidores fieles a su causa, es evidente que su poder de convocatoria ha menguado sustancialmente.

La actitud del Peje y el Frente Amplio Progresista pareciera el resultado de un diagnóstico y un cálculo erróneos, concediendo que no se trata de un simple capricho o, en el peor escenario, de demencia inducida. El FAP parece convencido de que el “fraude” de 2006 exige una respuesta distinta a la que dio Cárdenas al de 1998. En vez de una aceptación táctica se opta por una rebelión estratégica. El cálculo pareciera ser que la rebelión les permitirá conservar presencia y fortaleza política entre el electorado e incidir mejor en el rumbo de la política nacional.

El diagnóstico es equivocado, porque, para empezar, se trató de elecciones muy diferentes. Las diferencias son obvias: derivan de que el sistema electoral y de partidos, el papel de la autoridad electoral y el comportamiento del electorado cambiaron sustancialmente entre una elección y otra. Al contrario de 1998, no hay pruebas de que en 2006 se haya operado un fraude descomunal. El frente debería aceptar que equivocó la impugnación y que debió exigir la nulidad de la elección, no el triunfo del tabasqueño. El dramático descenso de los apoyos a López Obrador debería verse, también, no como un dato coyuntural, sino como el muy probable descrédito duradero de su imagen pública. Por otra parte, el cálculo también es cuestionable. Es cierto que mantener la lealtad de los seguidores convencidos es un imperativo político, pero hay distintas maneras de atenderlo. No es por la ruta del cuestionamiento sistemático de todo lo que haga el gobierno de Calderón como conseguirán el Peje y sus aliados mantenerse como una opción atractiva para el electorado. Tampoco que con ese cuestionamiento se vaya a debilitar al panista. Este último no ha hecho otra cosa que fortalecerse. En fin, todavía menos de esa manera el FAP podrá incidir en la definición de las políticas y en el sentido de las decisiones más importantes.

Curiosamente, el Peje ya le imprimió su marca al gobierno de Calderón, pues éste viene ejecutando —a su manera es cierto— algunas de las principales líneas programáticas enarboladas por la Coalición por el Bien de Todos. Por la fuerza de las circunstancias, Calderón y López Obrador coinciden en muchos puntos de la agenda de gobierno. Al PRD le convendría más impulsar esos y otros puntos de coincidencia, al tiempo que se desmarca en los asuntos que distinguen a una opción típica de “derecha” de otra de “izquierda” (como ya lo hizo en el asunto de la despenalización del aborto o la eutanasia). Una vez lo dije y lo sigo pensando: el PRD debería replicar la estrategia panista en tiempos de Salinas de Gortari, y ser el partido “hegemónico” aunque no sea el partido en el gobierno. Pero para ello se requiere hígado, talento político y liderazgo pragmático, en vez de encono, ceguera política y mesianismo.

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